Venga, vale, que si, que ya lo sabemos.
Siete millones de manifestantes en familiar merendola se fueron a dar una vuelta por Madrid, a hacer una excursión. El paquete ¿incluía visita al Valle de los caídos? ¡Todo un éxito!
Todo un éxito de lo reaccionario, del rechazo a la libertad, de lo atemporal.
No quito que hubiera gentes, buenas gentes, como siempre ha habido, y mucho me temo que habrá, que se dejan manejar por los predicadores, que hoy por conveniencia, agarran la bandera del tema en una mano y en la otra la de España. Creo que jamás hubo bandera que coger del hambre en el mundo, digo, para manifestarse en tamaño gentío. A lo mejor esa sería la auténtica bandera de la vida, la de quien ya nacido sufre la consecuencia de la injusticia. Podría se también, una de unidad, en épocas tan necesitadas de consenso.
Pero vamos, como nadie va a convencer a nadie, ni es esa mi intención, yo, como todos, hablo para mí, y los míos, entonces, lo que resulta más sorprendente de todo esto, es el gran poder de convocatoria que se tiene para, lo que a la postre viene a ser la cuestión, que no es ni mas mi menos, que el pretender quitar a alguien, lo que nunca será usado por el usurpador. O dicho de otra manera: Yo, que nunca iré a abortar, (aunque nunca se sabe), tampoco quiero que tú lo hagas. ¡Olé!, ¡con dos cojones!
Parece que estoy viendo a unos cuantos curas, frotándose las manos como sólo ellos saben hacerlo, reunidos con los otros, en conclave; en la puerta un cartel: Top Secret. No pasar. Dentro diciendo:
-Oye, que se nos escapa el rebaño, que esto va a menos, que el cepillo apenas se llena. Que algo hay que hacer. Y ya sabéis lo que es más efectivo, encabronar, lo que mejor funciona, porque lo de las clases de religión obligatoria y evaluable vamos a dejarla para más adelante, para cuando se acerquen las elecciones, de momento con eso de la educación para la ciudadanía, tenemos para ir tirando, pero para bregar para casa nada como el aborto. Así es que ¡hala! Dile al servicio de inteligencia de los curas que nos prepare una mani y a triunfar. Entonces salto uno que por allí estaba y dice:
-Eso, eso, cojonudo, vamos con este tema, que a nosotros nos viene de perlas, así cambiamos de tercio y se olvida un tanto lo nuestro, que estos rojos de mierda nos tienen hasta los güevos, que ya no se puede ni robar a gusto, luego están todo el día dándote la matraca. Además podremos llevar nuestras banderitas de España, que son tan monas. Dicho y hecho. Manifestación al canto.
Fdo Sr. Rice de Uno de los Dos
Muy bien reflejada la pura realidad,¡¡que hipocresía llamando al gobierno asesino!!cuando ellos llevaban bajo palio franquito, ya sabes todavía vale el a dios rogando y con el mazo dando.Enhorabuena..me gusta tu comentario y me sumo a el.
ResponderEliminareste comentario lo he rescatado en una entrada equivocada y es aquí donde debe estar
ResponderEliminarAnónimo dijo...
Los siete millones en la manifestación contra el aborto, es según los datos de los convocantes, la policia dice que fueron doscientos cincuenta mil, y uno que lo cogió con video desde una azotea, calculando el metro cuadrado por personas dice que como muchos habría unas sesenta mil personas, aunque en realidad esto no sea lo importante, sino el hecho de manifestarse en contra de un derecho, tan poco son tantos, creo que somos más los que luchamos siempre por conseguir derechos, aunque no nos afecten personalmente.
Cuando comento eso de los siete millones, se trata de una hipérbole, simplemente. Evidentemente hubiese sido el acabose.
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