lunes, 24 de marzo de 2014

Marchas de la dignidad

Todo es mentira. Las marchas de la dignidad veo que se resumen, o al menos se destaca los incidentes que pudieran haber pasado ,aunque en realidad eso sea lo de menos, digo más, eso no es la noticia, pero es que intuyo que hay intereses para que, efectivamente, sí lo sea.
Los miles de personas que fueron, los que hicieron las marchas con el consiguiente foco de atención creciente, las quejas o reivindicaciones reales, la solidaridad, la emoción compartida, la ilusión de que algo cambie, la empatía, la solidaridad, la lucha, la fuerza, la unión, todo y tanto, no importa, de nada sirve, pasamos página, más de cien heridos muchos policías, enfrentamientos que eclipsan el auténtico sentido de la jornada…
Para qué sirven concentraciones como estas sino para llamar la atención, para convocar a la población, para que se enfoque la otra realidad, la que se presenta, la que multitud de personas reunidas se encargan de revelarnos. No todo el mundo acude ni puede acudir, ni muchísimo menos, pero si allí se juntan tantos es como esa luz que destaca en la inmensidad de una nocturna oscuridad, tal vez sean el reflejo de un comportamiento a imitar, a seguir, ahí es cuando el ejemplo tiene capacidad de influir, pero…
Así como los sindicatos no interesaban para así poder esquilmar los derechos de los trabajadores en aras de un neoliberalismo planteado como única solución, igualmente no interesan manifestaciones multitudinarias que sean un ejemplo de dignidad, en aras del mantenimiento de status quo político que mantenga la línea ya marcada de ese liberalismo. O dicho de otra manera: los sindicatos molestaban porque exigían derechos, las manifestaciones molestan porque los reclaman y, ¿cómo actúa el poder en estos casos?  Contra los sindicatos, aún a pesar del propio daño que se puedan haber hecho a sí mismos, pues aumentando desmesuradamente su desprestigio, desde los medios, desde el poder, tanto que quienes más lo necesitamos, esto es, la clase trabajadora se ve ahora muchas veces impotente sin su apoyo  ante cualquier conflicto, como con la infame reforma laboral que nunca se debió permitir y que podría  haberse parado si los sindicatos hubieran dispuesto de musculo social.
Pero contra las manifestaciones, ¿cómo se contrarresta su poder de influencia? Yo que especialmente soy poco dado a teorías de conspiraciones, pienso que en estos casos sí que las hay. Así como los servicios de inteligencia de la policía no se enteran o no les preocupa que, por ejemplo los Tejero`s boys se reúnan para celebrar su intento de golpe de estado, alguien extraño y ajeno a la manifestación sí que se conspira para boicotear los actos de protesta multitudinaria. Con la excusa de controlar se infiltran, rompen los actos, provocan, para que se desvíe la atención de lo importante  y tacharlos de violentos, la consigna es: ¡hay que acabar las reuniones con conflictos!, ¡sí o sí!, los heridos son daños colaterales, mártires de la causa…
Luego vendrá reformas de leyes de seguridad ciudadana, con la excusa de proteger a la ciudadanía lo que se consigue es tenerla más controlada, menos conflictiva, más temerosa, y por todo ello menos protestas. Nadie va a quitar la dignidad  a los que a la concentración fueron a reclamarla..

Rafael C.

jueves, 20 de marzo de 2014

Estoy negro

Nos rasgamos las vestiduras hablando de las mafias que traen a los subsaharianos a este país europeo, puerta de entrada a la gran alacena. Y en nombre de esta premisa al parecer todo vale, una manera mas de desviar la atención de lo que realmente se piensa (estos negros vienen a quitarnos el pan de la boca) como si el negro fuera el culpable de nuestras miserias.
Y curiosamente son las mafias de este país, las que se hacen llamar empresarios (algunos no generalicemos)  los que se sirven de su ilegalidad para engordar sus cuentas bancarias.
He vistos negros
Trabajando en las mudanzas
He visto negros
En las puertas de los supermercados
He vistos negros
Vendiendo baratijas
Estos son los negros que vienen a quitarnos el pan, algunos con carreras como las de nuestros jóvenes que se van a la Europa rica cada vez mas reticente a acogernos. Vaya diferencia y vaya paradoja...negros y blancos unidos por un mismo fin, comer, eso si siempre habrá clases.


Por las victimas…

viernes, 14 de marzo de 2014

Qué desagradable

Vengo de estar con una persona de derechas y esto es algo desagradable.
Efectivamente, es desagradable, puesto que cuando permanezco junto a alguien así, yo, que soy una persona, creo,  bastante demócrata, y se establece un mínimo de diálogo, me obligo a mantener un respeto para las diferentes visiones que no son la mía, como no podía ser de otra manera. Por lo menos en su presencia ya que evidentemente me reservo la opinión y hasta discusión de las diferencias para otras ocasiones, como es esta misma, en la que vierto mis ideas al respecto y no con él o ella, lo que no sé es si la parte, digamos, contraria a la mía, le ocurre lo mismo.
Si algo me ha dado la experiencia en la vida es que por mucho que se hable o se quiera discutir con alguien de lo que sea, es evidente que uno defiende su idea al respecto y que con la exposición de esa defensa se intenta de alguna manera imponer esta visión como la correcta o la oportuna, incluso la obligada, pues bien, jamás se convencerá a nadie de que está equivocado. Lo que me lleva a pensar de la imperfección de lo absoluto, que no es más que el convencimiento personal que se tiene de las cosas y para lo cual cada uno nos hemos creado, todo un sistema a nuestro gusto de pensamiento para mantenerlo, para sustentarlo. En ese sistema no hay cabida para lo que nos desagrada, no hay la misma vara de medir, lo que nos incomoda se desprecia o infravalora, se da valor a lo que creemos nos reafirma en lo nuestro de acuerdo a nuestro aprendizaje;  se premia a lo que nos identifica con el grupo, se aparta o no se tiene en cuenta de la misma manera, lo que nos desequilibra los cimientos que se tenderá a olvidarlo. Es muy difícil interiorizar y hacerlo nuestro lo que nos supone una restructuración del pensamiento respecto a cualquier idea o concepto  que nos lo propongan exteriormente y más si ya lo hemos identificado como contrario. Por todo esto queda claro que es complicado y desagradable tener que soportar y aceptar lo contrario a nuestras opiniones y más, mucho más, cuando vienen de alguien que con las suyas atenta contra la de las propias en el fondo, incluso coartando su libertad, pero también es verdad que debiéramos al menos hacer saber que por ese camino de pensamiento  se llega a ofender a quien no piensa igual y que complicada es la tarea sin ofensas o agravios iracundos.




Lo siento, es así, tendré que respetar, puesto que no me voy a pelear o atacar físicamente a nadie que me está prohibiendo el ejercicio de mi libertad en base a su moralidad, ¡y mira que jode! puede que esto sea el mal que nos asola.
Presencio en televisión a un tertuliano declaradamente de derechas decir que los inmigrantes que entren en melilla “que se vayan a casa de los progres” como si la ideología que él defiende estuviera liberada del compromiso civilizado de solidaridad, humanidad o justicia social, todavía casi con los muertos calientes tras la tragedia del Tarajal en Melilla; sinceramente me siento atacado y tengo que soportar su improperio, puesto que yo me siento progresista. ¿Cómo es posible que quince personas mueran delante, en presencia de otras tantas que podrían haberlos salvado?
O si como es el caso, estas personas de derechas tienen esa faltona manera de decir, por ejemplo, con los inmigrantes, eso de: “que porqué los hemos dejado entrar aquí” y se quedan tan panchos, siendo como son cristianos en general, hartos de oír en sus rituales y rezos eso de la “otra mejilla” etcétera, yo, ateo convencido que lo escucho debo de callarme avergonzado; o ese trato que suelen dar a los homosexuales tan homófobo  y discriminatorio y como la tendencia es “orgulloso de ser de derechas” se escucha alegremente por doquier, y como uno es tolerante y demócrata debe callar y respetar, pero ¿es respeto el suyo? O cuando se posicionan contra el aborto de manera faltona despotricando a quienes lo defienden y queriendo imponer autoritariamente la manera de actuar, que debe de ser la que ellos dicen…

Por todo esto y mucho más, queda claro que es difícil hablar con alguien de la tendencia derechista ideológica y salir indemne del intento. ¡Qué desagradable!

domingo, 9 de marzo de 2014

Entre dos aguas

Estamos en tiempos del SI o NO o al menos esa es mi percepción.
Ayer estuve viendo a Rosa Diez en la sexta y la verdad la líder mas valorada según el CESI, (porque nunca me llaman para estas encuestas) me defraudo. A grandes rasgos venia a decir que ellos no son sectarios…que bien pueden apoyar políticas de derecha así como de izquierdas (con dos) No hay nada mejor como quedarse en esa especie de limbo para recoger votos de indecisos.
Y es que estamos en tiempos del SI o NO ya no valen medias tintas, ella dijo entre otras cosas que estaba dispuesta a pactar con cualquiera que  le pusiera un documento a doc menos con AMAYUR (pongo CESI y AMAYUR como se habla y no como se escribe, no me apetece mirar en el Internet) como me aburre la líder mas valorada, y si ¿Amayur le propone que la educación vuelva a ser competencia de la administración central?

Y es que solo me gusta estar entre dos aguas cuando escucho a…


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