viernes, 28 de septiembre de 2012

No se si estamos p'a risas

Su puede tener "geta"

Al menos los que votan a algunos





La “restauradora” del Ecce Homo de Borja reclama su parte de los beneficios




EL NUEVO I PHONE




Rescato  unos éxitos, no se si oportunos o no. Ya sabemos que no es una entrada muy  ortodoxa pero tiene su punto.

domingo, 23 de septiembre de 2012

El rescate


Os acordáis los mas viejos del lugar?? Del juego del Rescate.
Que paliza nos dábamos a correr con este saludable juego

No se porque me ha venido a la memoria el inocente juego del Rescate.

Así se jugaba, así eran las reglas.

 Necesitáis bastante espacio para jugar porque hay que correr. El que se la liga tiene que perseguir a los demás hasta cogerlos de la camiseta. Una vez atrapado el jugador pasa a ser victima del que se la liga que se lo llevara a “casa”. La “casa” suele ser un banco o un poyo o una farola que se tendrá que quedar ahí sentado con la mano extendida hasta que venga alguien a salvarle (tocándole la mano) o hasta que el que se la liga traiga a todos los demás a la casa. Si el que se la liga trae a otro compañero, el otro compañero tendrá que agarrarle la mano al primero y así ir haciendo una cadena humana. Si uno de los compañeros toca en la mano del último de la cadena, los libera a todos. Y el que se la liga tiene que empezar a atrapar a todos otra vez. El juego termina cuando haya llevado a todos a “casa”…..

Y en esas estamos sentados en casa hasta que vengan a tocarnos la manita, para ser rescatados…¡ay! bendita inocencia

martes, 18 de septiembre de 2012

Ha muerto Carrillo


Ha muerto Carrillo
A poco que se piense en su figura uno cae en los que le odiaban desde cómodas posiciones o a resultas de convencidos y seguros conocimientos para considerarle merecedor de sus odios y, tal vez, le toque a ellos cantar aquello de: “mil años tardó en morirse, pero por fín la palmó, seguro que está… (Habría que variarlo) en el infierno, a la izquierda del maligno”(¡) y seguiría con: “en leguas a la redonda el champán se terminó…” allá cada uno con sus rencores.
Una imagen suya habla por sí misma. La de quien permanece sentado dando la cara a la vileza desde la dignidad y el sentido del deber, aquel que no teme a los amenazantes porque conoce su bajeza y a ella se enfrenta altivo, y sereno. El miedo es libre y casi caprichoso, en ese momento a él no le afectó, sabía de los designios de la España bananera y conocía sus maneras. El valor y la serenidad es su propuesta, es su lucha. No se oculta de los valentones armados, da la cara abiertamente. Sabe lo que es el horror del pasado y lo que pudiera ser de nuevo, pero él está donde le han elegido para que esté, y a quienes lo han hecho, les debe su compostura, porque es el orgullo de los tantos que ya sufrieron algo parecido. Carrillo estaba allí porque gente como yo le habíamos votado y nunca un voto fue tan útil, el representaba nuestra dignidad, y que no solo se accede a ella con palabras, aprendimos que también por gestos. Hacía años que por él habíamos asistido convocados a una manifestación ilegal que pedía su liberación tras haber sido detenido a su llegada a España desde el exilio, en la que en aquel maldito rincón de la calle San Bernardo, acorralado por los antidisturbios de turno, a los que tanto trabajo les dábamos, sentí el dolor de los golpes aporreados con saña. Y allí fuimos, aún semiinconscientes de la realidad política y sus consecuencias, pero nuestro compromiso nos lo exigía.
Una visión de la izquierda de justicia social de carácter sereno, pausado e inteligente, reconciliador y luchador ha visto desaparecer a gran parte de lo que provocó tanto dolor en tanta gente, llámese fascismo y sus correligionarios, y lo ha hecho participando en la construcción de nuevos mundos con más democracia y libertad, mundos estos que hoy parece que se debilitan ante los ataques de nuevas formas de reacción a los avances sociales, laborales, en derechos ciudadanos que tanto costó conseguir.
Por eso hoy su figura, que no su recuerdo, desaparecida de entre los vivos nos deja un vacío de compromiso, de crítica y lucha imposible de sustituir sino salieran de entre los veintegenarios de hoy, cien, dispuestos a tomar su bandera, la de la hoz y el martillo.
Rafael Cuevas

viernes, 14 de septiembre de 2012

De buen rollo


La rutina diaria te lleva a observar, casi, sin querer lo que acontece a tu alrededor. Hoy hubiera pasado de largo (como si de una farola se tratara) del vendedor ambulante de frutas que se coloca todo los días en la esquina de mi calle con su furgonetilla y su gracejo para que el paisano pique y compre.
Nunca le compro, no es por nada ni por ser el mas legalista del mundo, sino porque no soy de frutas…¡si ya se! un mal habito, el caso es que no me molesta, me da lo mismo que se busque la vida en mi calle que en otra. Yo, nunca llamare para denunciarle, algo muy habitual, ya que los municipales alguna vez que otra le han pillado, con el consiguiente castigo de multa y requisición de la mercancía.

Hoy, mientras el buen hombre estaba preparando su chiringuito. Ajeno a lo que podría venirle por la espalda…pues, a sus espalda tenia un coche de los pitufos* , -tío que esta la poli , le aviso. ¡donde donde! Y antes de que se pudiera dar la vuelta, una guapa agente con unas gafas de sol y sin bajarse del auto, le llama y le dice, - vete que hemos recibido una llamada y van a venir. Miro el asiento del copiloto ¿pues me extraño? Pensé ¿y el compi que dirá? El compi no dijo nada, iba sola.

Moraleja: o era una buena samaritana o recibía una mordida, me inclino por lo primero, si algo tengo de psicólogo, su cara  me decía que era  de buen rollo.

Cuando volví de darle el paseo a Bruno, (mi perro)  y de paso el mió, el mantero de la fruta seguía con su pequeño negocio viento en popa.

*pitufo, argot, que se utiliza para identificar a la policía municipal madrileña. 

lunes, 10 de septiembre de 2012

El niño del pijama de rayas


CUANTAS  veces me dijeron que me leyera el libro. Es corto, demasiado corto por lo que tendría una fácil y breve lectura. Que si es bueno, que si sorprendente, pero lo iba dejando para otra ocasión que no acababa por llegar. Hoy emiten por la televisión la película basada en el libro, hay tiempo y disposición, voy a verla a pesar de saber que ya no lo leeré.
Todo parece fluir bajo los preceptos del cine actual. Buena presentación visual y argumental de la trama, buenos decorados, vestuario, escenografía, color. Hoy día sería imposible una película que se saliera de esos cánones, bajaría demasiado en calidad y las apuestas económicas no lo permitirían, la producción invierte lo suficiente para tener que garantizar un mínimo de beneficio, bajo otros parámetros de producción la película estaría en otros circuitos, lo que nos viene a decir que estando donde está, es donde se ha previsto que esté, vamos que tiene lo que se merece. Esto último perteneciendo al terreno de las frases hechas, no deja de tener su importancia, dado que no podemos esperar sorpresas extra comerciales.
A pesar de todo, las actuaciones, y supongo que por tanto, la dirección de actores es deliciosa. Un protagonista masculino con un parecido físico extremo a Fernando Fernán Gómez en su juventud, convence. Una femenina que atraviesa un proceso de transformación de su personaje en su convencimiento con la causa nazi, debido a su desconocimiento de la misma, convence. El resto del reparto conforma la trama con sobriedad y buen hacer, convencen., y por último, el niño.
El niño convence y completa la pantalla a la perfección lo que nos dice que la elección de casting ha sido la ideal, pero algo más. Lógicamente al ceñirse al guión por el que debe de regirse una interpretación entramos al terreno de la narración expresada en forma humana, con sus gestos y diálogos, por el cual, la parte que no le toca al actor sino que se lo dicta un texto, se adapta en su conjunto de manera poco menos que perfecta para alcanzar estados de empatía y comprensión con el personaje que nos arrastra con fluidez por su argumento. Pero es que hablamos de un niño y esto, en teoría complicaría las cosas, pero no, de una manera sencilla y casi desveladora nos introducimos en el sentir infantil con sus contradicciones con la realidad que le ha tocado vivir, que su mirada infantil, no comprende en su verdadera dimensión. El, al contrario que el otro niño, el judío, ha vivido en una burbuja, que le separaba del horror, no sería justo hacérselo ver, como tampoco sería de justicia que lo sufran otros, pero el nazismo qué sabe de justicia.
Un mundo incompatible con un mínimo de sentido del valor por la vida humana, sufre, como no podía ser de otra manera, pues en este horror nadie sale indemne, sufre digo, en sus propias carnes sus propios horrores, algo que ocurriría más pronto que tarde, puesto que lo terrible aunque forme parte convencida de uno mismo, no se lleva bien con la indiferencia incluso con un deber mal entendido, acaba haciendo mella, lo terrible siempre duele, afecta, causa daño que rebota en el causante, solo desde la más absoluta estupidez es posible salir indemne ante el horror que pasa delante de tus narices.
Rafael Cuevas

sábado, 8 de septiembre de 2012

Ruido hasta romper timpanos


Dicen que “no hay peor sordo que el que no quiere oír”.
Pues bien esto aplicado a los políticos de España, me viene a da la razón, no se puede ser mas sordo que un gabinete entero empezando por el presidente y acabando por el ultimo consejero.
Mucho ruido ha habido en la calle desde que estos inútiles entraron en las cortes, con su mayoría absoluta (que anteponen ante cualquier manifestación de descontento) ellos se han puesto sus orejeras como si de un burro se tratara. Gobernando y haciendo leyes a base de decretos, decretos que pueden estar bien en algún hecho puntual, pero no como norma (eso ya lo hacia Paquito y le llamábamos dictador) ahí dejo la reflexión.

Se avecina un otoño caliente, con mucho más ruido, ellos nos seguirán desprestigiando, ellos seguirán en sus treces, ellos seguirán dormidos.
Pero nosotros tendremos que seguir haciendo RUIDO y MUCHO MAS RUIDO

Esta entrada ha sido inspirada por el Dr Krapp. desde su “circulo de suicidas perezosos


  

martes, 4 de septiembre de 2012

Esta vida es un Poema

Bertolt Brecht fumando un puro


Un buen día Bertolt Brecht
A una conferencia fue
a escuchar oír hablar
a un Nazi,  un socialista y un sufrido comunista

El nazi dijo después de oír hablar a los otros
Que su discurso aunque tosco se ganaría a la audiencia
A sabiendas que a la gente les sería indiferente
Que los otros con paciencia su discurso conveniente
Relataran con decencia

Mas el nazi con decir tres consignas contundentes
Patria, trabajo y primero y ante todo es mi país
De un plumazo consiguió arrebatar a la gente
Que convencida quedó de seguir su directriz

Con eso  tuvo bastante, aplaudieron a lo grande
Y más tarde le votaron en las urnas convencidos
De ser el mejor de todos  inscrito a ser elegido
Porque entonces se creía  ser el que convenía
Porque a ellos defendía

Y después vino lo que vino ya todos bien lo sabemos
Y por eso no queremos que se repita este sino
Por el que cuatro capullos apoyados por los suyos
Convenzan a más de uno de encontrar la conveniencia
De ser solución de urgencia, considerarlo oportuno
Y sin queja por alguno

¿De quién hablo?  Del pp,  también de su presidente
Que lo mismo que está ausente castiga severamente
A los pobres ciudadanos con tanto tijeretazo
Que afecta a los de abajo  y bien contenta a los bancos
Que son, en fin, los causantes de las tantas tropelías
Que trajo su economía
¿Pero quién es esa tal, casada con los mercados,
esa que no ha dejado de imponer su hegemonía?       
¡Que de todos ha abusado y que ahora se ha plantado!
Para acabar resultando sin que nadie la domine
que quienes están pringando
son los de siempre
¿y ganando?

----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Y digo su economía porque la nuestra es otra
Que debemos construir a nuestro gusto y afín
A el pueblo llano, y será, a quien le defenderá
Protegiéndole del mundo financiero capitalista, ese que exclusivamente mira al capital sin pararse a pensar en humanismo, ecología, justicia, tan solo en beneficios. Y bla bla bla bla


Rafael Cuevas, septiembre de 2012

Printfriendly