viernes, 9 de octubre de 2009

HACIA RUTAS SALVAJES












Hay una película que me estuvo rondando por la cabeza durante bastante tiempo. Realmente se sale de lo normal tratándose de una producción americana, más bien parecía una cinta propiamente española, diría que de Erice, muy de argumento al uso patrio. Porque vamos a ver, cuando se carecen de medios que aportan a las películas esos estados de acción que resultan tan entretenidos, se recurre al argumento para que su desarrollo “rellene” el metraje. Esto dicho así, parecería una perversión del cine, cuando así debería de ser: una película, un desarrollo de argumento, y que fuesen los efectos varios los que completasen la historia. Precisamente aquí no es el caso, pues la película esta correctísimamente producida, manteniendo un equilibrio visual-emocional envidiable. Sin concesiones, honesta.

Lo cierto es que el gusto cinematográfico se ha venido contagiando de una corriente de espectacularidad, en que prima lo frenético y prácticamente no importa, o poco, lo que te venga a decir, que no dicen nada, quedando entonces, hueco, vacío, puro entretenimiento sin mensaje, sin conclusión. Son películas estas que olvidas pronto y que por eso se encargan de reponerlas en TV constantemente, una y otra vez, en una y otra cadena. Chollo asegurado. En líneas generales el cine actual va por ahí; el americano quiero decir, o por lo menos el que nos llega por estos lares. Pero luego está el otro cine, o el resto se podría decir, el que no ve casi nadie, tanto que ni se estrena en salas, o dura días en ellas. Cine que exige de atención, de una inteligencia que deduzca, que comprenda, que sienta. El que tenga la suerte de habérsele desvelado en su sangre sabia la emoción de la catarsis comprenderá de que hablo y si no, hay que seguir intentándolo. Para eso, hay películas como esta: INTO THE WILL
Una impresionante BSO completa en melodramática armonía la visión que a veces nos sobrecoge, nos asombra, nos empatiza, nos fascina. Resulta que el autor de los temas no es ni más ni menos que EDDIE VEDDER. Adivinar quien es. Y para quien no conozca la peli, cuando sepa quien es su director también se sorprenderá.

Fdo. Radio lucientos

1 comentario:

  1. La felicidad solo es real cuando se comparte,¡que gran frase!para redondear la película, ya que esta llena de felicidad compartida,hacia su caminar a la muerte,lo que podría ser la salvaje humanidad,se convierte en felicidad,me ha llegado a despertar sentimientos que creía olvidado en las personas.
    Película que debiera pasarse en los colegios,

    ResponderEliminar

Dilo

Printfriendly