Ya hace tiempo nos vienen anunciando la preciosa colección de tazas de los Beatles. Me gusta. Me gustan los Beatles, ¡qué digo me gustan! ¡me encantan!, asi como las portadas de sus discos, sus vinilos, sus canciones. Debe de ser bonito, desayunar en una bonita taza de los Beatles y aunque solo fuera tener la colección completa de tacitas en el precioso expositor con que lo anuncian.
Yo, que como tantos igual que yo somos de comernos el tarro y repensar las cosas en un continuo ejercicio de onanismo mental, pues resulta que me ha dado por pensar el porqué de esta colección, e intuyo las razones. De sobra es conocido el atracon de coleccionismo con el que nos fustigan entrado Septiembre, es como si después de el verano todos tuvieramos un sentimiento de culpa por el tiempo perdido, por todo lo ingerido, los excesos y déficits, todo de lo que nos redimiremos con alguna que otra colección y si además de todo, somos lectores o potenciales clientes de un periódico, es muy probable que vengamos un tanto sueltos y con posibilidades de infidelidad lectora. Entonces hay que dirigir el ganado al corral y ¡ete aqui! que se inventan una coleccion de tacitas muy monas, mientras las anuncio me publicito, un poquito por encima de su precio (de paso hay que ganar algo) y tenemos al personal de nuevo enfilado e informado.
Ante tamaña desconfianza por mi parte voy y decido salirme de ese circo. Seguramente con un cierto lamento por no tenerla, por que, ¡es que son taaann bonitassss!
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Dilo