Es curioso, muy curioso los avatares que nos produce el paso del día como los cambios de ubicación espacial adonde nos dirigimos. En el día de hoy pasando de la soledad a la multitud, del silencio al bullicio, al griterío; de lo bello a lo feo, de lo calmo y sereno al agobio, a la prisa. Del piar al gruñir, del zumbido de un insecto, al insulto ronco, o lo que es lo mismo, del paseo campestre mañanero, a la visita al estadio en la tarde. Ha uno de suponer con buen entender las diferencias entre los dos actos; y curioso es igualmente el decidir ambos caminos convencido y gustoso.
Aquí estamos, sentados en el mirador de la grada, esperando que se desarrolle el juego para que unos lo critiquen y otros lo aplaudan, algunos lo ignoren, muchos se aburran, pocos disfruten o se sorprendan, o se ausenten, o regalen entradas a aquellos que la pedían cerca de las taquillas a quien por allí pasase, mientras otros orondos de bolsillos rellenos de ellas intentaban, revendiéndolas, sacar un merecido sobreprecio, lo dudo, ¡ellos sabrán!
-¿La hora?,
- ¡tarde!,
-¿el día?,
-¡Fresco!,
-¿el registro?
-¡Suave!,
- ¿la megafonía?,
-¡Inaguantable!
- ¿las pipas?,
-¡Saladas!
-¿la entrada?,
-¡Medio llena! O medio vacía según se quiera, a nuestro alrededor muchos asientos vacíos, pero imaginando, que esto es algo general, la sensación es de ver a mucha gente. Sigamos:
- ¿los aficionados contrarios?
-pocos, ¿veinte?, ¿treinta? pero gritan, vaya si gritan, debe de ser su genética ultra que cuando se arrejuntan unos pocos con la misma, surge un actitud que se deja ver, ¡y oír!
-Pero vamos, a lo que íbamos, y el partido ¿eh?, qué es del Partido.
-Pues, ¿el partido?, ¡malo! Eso sí, el resultado inmejorable, el balance, positivo, sin lesiones, el debut de un canterano. se reservan algunos jugadores, hay rotaciones, tres golitos muy ricos...
-Ya ya, muy bien todo, pero ¿y el público?
- ¡ah!, ¿ese? Él sabrá, sólo paga, grita, canta, aplaude o calla y, en esas estamos. Veremos a ver que pasa con el Valencia.
Rafa Rice
-¿La hora?,
- ¡tarde!,
-¿el día?,
-¡Fresco!,
-¿el registro?
-¡Suave!,
- ¿la megafonía?,
-¡Inaguantable!
- ¿las pipas?,
-¡Saladas!
-¿la entrada?,
-¡Medio llena! O medio vacía según se quiera, a nuestro alrededor muchos asientos vacíos, pero imaginando, que esto es algo general, la sensación es de ver a mucha gente. Sigamos:
- ¿los aficionados contrarios?
-pocos, ¿veinte?, ¿treinta? pero gritan, vaya si gritan, debe de ser su genética ultra que cuando se arrejuntan unos pocos con la misma, surge un actitud que se deja ver, ¡y oír!
-Pero vamos, a lo que íbamos, y el partido ¿eh?, qué es del Partido.
-Pues, ¿el partido?, ¡malo! Eso sí, el resultado inmejorable, el balance, positivo, sin lesiones, el debut de un canterano. se reservan algunos jugadores, hay rotaciones, tres golitos muy ricos...
-Ya ya, muy bien todo, pero ¿y el público?
- ¡ah!, ¿ese? Él sabrá, sólo paga, grita, canta, aplaude o calla y, en esas estamos. Veremos a ver que pasa con el Valencia.
Rafa Rice
Así que hemos estado de ejercicios espirituales? Y ahora en la cruda realidad, (bueno lo del aleti de realidad poca cosa) mas bien la de cal, haber el miércoles que pasa, si seguimos igual y pasáis a la semis, porque eso de echarnos una mano con el Madrid parece cosa imposible, en fin lo tendremos que solucionar por nosotros mesmo.
ResponderEliminarSaliudos