Asco de Mundo

Ayer leí una noticia terrible. El periódico, El PAÍS, la titulaba: “TRAFICO DE CARNE HUMANA HACIA EEUU”, lo que le llevaba a uno a pensar:-¡dios mío!, ¿acaso habrá caníbales en EEUU? O incluso, ¿se tratará de tráfico de órganos?, ni una cosa ni la otra que siendo exageradamente horribles, aunque probables, nos desvelaba otro horror, la inmigración de los parias centroamericanos hacia el idealizado “dorado” estadounidense en condiciones infrahumanas.

En Chiapas, México, habían detectado en interior de dos trailers (camiones enormes) a 513 inmigrantes ilegales (32 mujeres y 4 niños entre ellos) de distintas nacionalidades, después de haber recorrido 1700 Km. desde su salida. Los detalles del suceso no hacían más que agrandar el horror: que si seis personas por metro cuadrado, que si agujeros en el suelo interior del camión, para poder respirar, que si 40º grados en el interior; que si 20 horas seguidas sin parar. Los descubrieron tras pasar por un control que contaba con rayos X (me imagino un aparato enorme que realiza un barrido sobre el camión) por lo que no hacía falta registrarlo. Una mayoría huía de Guatemala al haberse instalado en ciertas regiones del norte uno de los cárteles de la droga más sanguinario “Los Zetas”, gente sin escrúpulos, de una crueldad sin límites que estaba provocando mayor terror en la zona y ya sabemos como se las gastan. Que en el transito hacia su destino podrían sufrir multitud de amenazas peligrosísimas, desde amenazas de los narcos, la codicia de los coyotes, el sol del desierto, las mordeduras de las serpientes y la última sería los todo terreno armados que vigilan la frontera mejicana-americana (los agentes de la Border Patrol).  Habían pagado una exorbitada cantidad de dinero por tan inseguro pasaje a unos traficantes de personas… ¿Qué más se puede añadir…?

Cuando los problemas que todos tenemos encuentran su canalización hacia la resolución decidida de los mismos, surgen situaciones como la descrita aunque esta pudiera parecer demencial, otros huyen en pateras o cayucos, otros se manifiestan en plazas pidiendo libertad o democracia, o escapan de conflictos sangrientos, o cientos y cientos de situaciones, miles de millones de ellas, pues todo se resume a lo cercano, a la manera que tenemos cada uno de los integrantes de la humanidad de entender, vivir o sufrir nuestra propia existencia.  A unos les toca la peor suerte, la de tener que fajarse entre la vida y la muerte en sus devenires, a otros, la suerte la tienen por resumirse, a indignarse por ejemplo, por una subida de los intereses de la hipoteca, o una huelga de transporte que los va a impedir disfrutar de las ansiadas vacaciones en vuelos de compañías Low Coast.

¡ASCO DE MUNDO!

Y que poco hacen las personas decentes por corregirlo, porque de las indecentes…

Rafael Cuevas