martes, 2 de febrero de 2021

Nada en el cerro de los Ángeles

He estado esta tarde en el cerro de los ángeles. No he sentido nada especial, mas allá de la satisfacción de haber logrado ir en bicicleta desde casa, recorriendo los 22 kilómetros que me separaban hasta llegar, qué junto con la vuelta y algún pingüe más sumaron 46 kilómetros en todo el recorrido. Ha sido éste un trayecto agradable y cómodo, aunque largo, qué no pesado, al contrario. El caso es que allí se encuentra un convento y varias iglesias, templos de la cristiandad estos, presididos por una enoooorme escultura de Jesucristo, soportada por un enoooorme pedestal, rodeado de enoooormes imágenes piadosas, grupos escultóricos ubicados encima de una iglesia, y todo ello dedicado en honor, como homenaje, para mayor gloria o yo qué sé, al corazón de Jesús. Cuando veo estas imágenes tan grandes me pregunto porqué no se construyeron más grandes aún, mucho más grandes. ¿Cuál sería el límite? Qué se yo, ¿la capacidad humana? tratándose de lo que se trata, sería una muestra de entrega y sacrificio, llegar hasta donde se pueda, la ingeniería, la arquitectura seguro que dan mucho más de si, porque en realidad la imagen de Jesucristo se les ha quedado un tanto chaparrita, si superamos los limitados recursos en la España de mitad de siglo XX y la propia capacidad humana de realizar estos proyectos. Y digo que no he sentido nada a pesar de, al menos, haber tenido cierta aparición en mi vida. No he sentido nada al recordar hoy, como era que hasta allí fuimos siendo pequeños con mis padres varias veces (se ve que eran pocos los lugares divertidos donde llevarnos) en una de las últimas, con mi crisis pre adolescente de fé, me atreví a confesar en una de las iglesias, recibiendo por parte del cura una bochornosa bronca por no hacerlo en mi parroquia, y creer -supongo ahora- que tampoco es que ese fuera un sitio que te pilla de paso, tal que en una excursión y dedicarse para tales menesteres, el caso es que la bronca tal me ofendió sobre manera al creer yo -iluso de mi- que cualquier sitio era bueno para hacerlo, por la omnipresencia y todo eso. Este hecho de alguna manera aceleró mi distanciamiento religioso y ateísmo posterior, construido, tal vez, por esos pequeños detalles. No he sentido nada cuando pienso como fue que allí mismo, siendo este un lugar, apartado, solitario y tranquilo, muy propio por tanto para los ineludibles magreos juveniles de pareja, pero de donde tuvimos que huir despavoridos medio descompuestos cuando en plena faena, M., estando debajo mí, pegó un inesperado alarido al encontrarse que alguien con la cara pegada al cristal delantero del coche nos miraba y a saber cuánto llevaría. No he sentido pero nada de nada si recuerdo que por aquel cerro, destinado como estaba yo cumpliendo el servicio militar en Villaverde, barrio cercano al susodicho, dirigíamos nuestros vehículos de guerra recién reparados para someter a las pruebas empíricas que comprobaran si efectivamente lo estaban. Muchas veces lo rodeábamos por los caminos y cuestas comprobando la eficacia de los amortiguadores o potencia y funcionamiento del motor, o aparcábamos bajo una sombra del pinar que lo circunda para perder un poco de tiempo o echar un cigarro. Todo esto lo hacía, y muchas fueron las veces, con quien entonces era el responsable del departamento de pruebas del taller del cuartel, y yo, su ayudante o acompañante, según se mire, Este tío, de quien no recuerdo su nombre (como viene siendo costumbre en mi débil memoria de sustantivos) y del que sólo recuerdo como dato personal que vivía en Carabanchel alto, me contaba sus películas y la costumbre de ir a pegarse a los bailes como el que había en el mismo frente del portal de mi casa (El Paraíso) en el cual muy a menudo, en algo parecido al club de la lucha, un domingo si y otro también, se acababa el baile con gresca, bronca, peleas, palizas y detenciones con la policía interviniendo, viéndolo yo todo esto entre asustado y sorprendido, por las rendijas de mi escalera. No he sentido nada sabiendo que sobre ese cerro escribió en su libro Recuerdos del Madrid de la posguerra, Carlos Barciela, el cual al ser como era y como tal lo relataba, esto es, un carabanchelero, contaba su personal relación con el cerro, lo que me aproximaba a su sentir al ser yo carabanchelero igual y contemplar, allí abajo con una relativa proximidad como se erguía su porte, como única prominencia del terreno. En su relato recuerda su paso y muchos hechos y curiosidades como el fusilamiento, republicano a las esculturas, (del cual hay fotos y del que -digo yo- siempre será mejor que el de personas, qué también hay fotos) y demolición por parte del recurrente grupo de explosivos asturiano, posterior reconstrucción franquista y conservación del «fusilado», como muestra de los horrores de las ordas rojas. Ante ese grupo de esculturas mutiladas construido bajo el reinado de Alfonso XII, me planté, teniendo a mis espaldas la nueva reconstruida (hace ya sesenta años aproximadamente de eso) para mayor gloria del nacional catolicismo, se le podían ver las marcas de los proyectiles, las figuras algo así como si fueran de cera derretida habían perdido su definición original y en general de color más oscurecido. Nada sentía que no fuera el interés histórico ; nada, bajo la sombra del corazón de Jesús; nada, en el interior del recinto en el que por varios lugares recordaban con carteles, qué era éste un lugar de recogimiento religioso y el deber de respetar actuando con recato, no hacer deporte, no ir el bici, arrodillarse en la iglesia, no parar o entrar en los templos en pantalones cortos o camisetas de hombreras, y esas cosas. Cuando marchaba de allí sentía -eso sí- que no había sentido nada, tan sólo se trataba de una tarde de paseo en bicicleta.

viernes, 27 de abril de 2018

ANDRÉS INIESTA Y SU ADIÓS DEL BARCELONA

Andrés Iniesta y su adios del barcelona Vaya por delante y, ya no lo diré más, que es una lástima perder de la cotidianidad futbolera hispana a un jugador de la talla del referido. Con eso, en lo que se podría uno explayar unas cuantas líneas más, además de agotador, es suficiente. Lo que no es de recibo es dorar la píldora a un millonario que vaya donde vaya, con la posibilidad de volver a tomar café todas las tardes en su jet privado (por ejemplo) lo va a hacer en calidad de reconocido, admirado y adorado y, entre otras cosas a hacer negocio con sus vinos de la mancha. Es cierto que esto del fútbol juega en otra liga (jejeje) al respecto como funcionan las cosas en el mundo de buscarse la vida en la gran mayoría de profesiones por lo que me resulta terriblemente injusto tener que desplegarle una alfombra para su marcha entre aplausos y llantos por su adios, cuando los tantos emigrantes patrios por lo ancho y largo de este mundo lo hacen en las precarias perspectivas que conocemos. Y no se trata de un rencor o un odio al señor Andrés, a quien le deseo felicidad, sino de la locura de tal adoración que me viene a chocar con la ausencia de quien no la recibe. Tan solo le queda el esfuerzo de aparentar entre lágrimas la superficialidad de la emoción que le embarga por su marcha. RafaelC.

miércoles, 7 de junio de 2017

El perdón de las urnas

No es cierto, no, por mucho que quien gane las elecciones estando implicado en corrupciones varias queda liberado de la carga o responsabilidad de lo cometido es una gran mentira que nos quieren colar con insistencia. Las elecciones se ganan, visto lo visto, por razones varias y a veces sin tener en cuenta la corrupción de los implicados y sus delitos supuestos o posibles, están ahí para ser juzgados por la vía de la justicia no por las urnas.
RfCs

martes, 7 de marzo de 2017

Un monstruo viene a verme

Un monstruo viene a verme
Sabía de esta película por su participación en los goya a la que optaba a la mejor película la que por último se llevó "Tarde para la ira". Apenas y, como realmente me gusta cuando me enfrento a la visión de una peli, había leído y sabía nada más que esas escenas de un árbol extraño y su prosopopeya vital del que había leído algo así como única información al respecto: "la historia de un puto niño y un puto árbol" y algo más por el estilo, lo que a las claras venía a definirse por sí mismo. El caso es que dándola valor que merecía nos dispusimos a verla los tres enfrente del televisor semi gigante en el igualmente semi gigante sofá. Lo primero que me sorprendió fue que tratándose de una película supuestamente española ninguno del plantel de actores lo era, bueno, vale, conveniencias varias supongo; que apareció entre ellos la ilustre Sigourney Weaver (que vaya nombrecito) rondando los setenta años, lo que me llevó de un plumazo - como siempre en estos casos- al recuerdo en el añorado Cine del barrio de Carabanchel Alto "Coral" donde la ví fascinado en aquel "Alien el 8º pasajero"; y, que a lo largo de la visualización aparecían demasiadas cosas de las que uno no está acostumbrado a ver en una cinta para adultos por lo que evidentemente no es sexo, ni nada que se lo parezca.
Efectivamente pues, esto no es una pelicula normal, se trata de una propuesta de largo alcance basada en una alegoría de lo que supone para la vida de un niño todo un proceso al respecto de graves situaciones que se le presentan en su joven vida adolescente y se hace tratándolo de manera poco menos que exquisita utilizando como lenguaje narrativo la alegoría representada por el famoso árbol que cobra movilidad. El que le busca y le asusta pero que a la vez le sirve como terapia a el enfrentamiento de sus graves realidades.
Nos cargamos el corazón de razones para sentir cuando se nos presentan de tal manera que somos capaces de acercarnos a esos lugares tan próximos a la emoción y es porque nos lo han contado con seriedad, valentía y honradez, y eso se nota.
RfCs.


lunes, 20 de febrero de 2017

MI BICICLETA ELÉCTRICA

Mi bicicleta eléctrica.
Desde que me hice ciclista urbano habitual, hace ya de esto unos años, me di cuenta de la particular relación que se tiene con la máquina, y no es que se quiera, se adore, se idolatre, se mime, se conserve, etc, etc..., porque al menos en mi caso todo esto se ha hecho medianamente, incluso hasta pecar de defecto, o lo indispensable, sin esos apasionamientos o frikadas, lycras y accesorios. Mi particular relación se refiere al entendimiento entre mis sensaciones en el uso de la bicicleta. Cansancios, agujetas, sofocos, alivios, disfrutes o sufrimientos que fundamentaban la base de la relación de manera que uno aprende a comprenderse al respecto cuando toca tenerla entre las piernas.
Desde tiempos inmemoriales, que todos no recordaremos llegado el momento de circular con una bici, se da uno cuenta que las cuestas abajo resultan muy agradables y las cuestas arriba no, aunque ese hecho es el fundamento del entrenamiento que todos damos por bueno, subir sufriendo para bajar gozando y mientras tanto ir adquiriendo el estado de forma que primero, esto lo permita y segundo, lo prolongue con la necesidad de perseverar en el ejercicio del pedaleo; pues bien, Quién no llegó a odiar las subidas a pesar de todo; a cuántos estos odiosos repechos tiraron para atrás de la afición ciclista; cuántos corazones salieron por la boca en el intento ladera arriba..., y, lo más importante, quién no soñó alguna vez que todo fuese una bajada eterna, sueño, que por otro lado convertiría a la bici en una especie de moto silenciosa, sin ruido y sin cansancio. La bicicleta eléctrica se planteó entonces como sueño, solución y alivio a todos estos problemas que convierten el uso de la bicicleta convencional en un suplicio...
continuará
RfCs

sábado, 11 de febrero de 2017

TARDE PARA LA IRA

TARDE: parte del día comprendida entre el mediodía y el anochecer.
            Adverbio: a la hora avanzada del día o de la noche.
            “        “     : Fuera de tiempo, después de haber pasado el oportuno, conveniente o acostumbrado tiempo para algún fin o en tiempo futuro o relativamente lejano.

En esto que cualquiera se quede en su interpretación. Lo cierto es que la mía previa a la visión del peliculón (Hala ya está dicho así, de sopetón) siempre fue lo relativo a la parte del día comprendida entre el mediodía y el anochecer, como en esas obras que lo tiene que pasar pasa en ese periodo y no más pero…, y ¿para la ira? Pues imagínese: ¡desatada! Pero no, es curioso pero no y… ¡oh sorpresa! Es otra cosa.
La peli comienza por el hecho que marcará todo el desarrollo posterior con un sorpresivo desenlace en cuanto a la primera escena. Debe de ser eso del TRHILLER al respecto el cine: crear una tensión, un suspense que te atrape interesado en el que, además, incorporar ritmo narrativo que acreciente ese interés.

El caso  es que en TARDE PARA LA IRA todo eso sucede de manera asombrosa. Se van aportando, algo así, como pruebas a la deducción del caso en un cuentagotas constante y sutil, haciendo sentir al espectador activo, pues lo que se muestra requiere  nuestro encaje como tal en nuestra particular experiencia, tal es así cual gozoso, el hecho de hacerlo, convirtiéndonos en algo más que simple paganinis con ganas de entretenernos, puesto que se acelera nuestro tiempo junto al del metraje hasta parecer un suspiro satisfactorio.
Los personajes se van definiendo en un constante desvelamiento de sus acciones o situaciones desde la primera hasta la última escena, destacando entre ellos, además del protagonista, absolutamente demoledor: Antonio de la Torre –alguien por quien personalmente y a pesar de ser tan valorado no acababa de convencerme- pues bien, como digo, además de Antonio de la Torre, que está sublime hay que destacar el papel de Ruth que igualmente lo borda en su interpretación, pero hay que destacar algo más allá de la trama y sus actores  que es lo relativo al papel que tiene la Mujer, tanto es así que bien pudiera parecer un homenaje al género femenino. Esta se ve atrapada entre dos mundos, utilizada, además de ser la verdadera razón (La Mujer) desencadénate de la acción. La mujer maltratada, utilizada, madre, seducida, secuestrada, querida, deseada… y bien que sería un homenaje  si no fuera también un estudio de comportamientos tales como la traición, lealtad, odio, rencor…
Un sorprendente desenlace que de alguna manera nos reconcilia con la vida tras ese trámite de incierta catarsis que nos devuelve donde supuestamente no deberíamos de haber salido: al trascurso de la vida sin intermediaciones criminales.
Termina la película, cogemos aire y nos decimos satisfechos. ¡jodó, que peliculón!

Rf Cs  11/2/2017

jueves, 9 de junio de 2016

LA AMNISTÍA FISCAL Y ESO

La amnistía Fiscal y esas cosas

Hay veces en las que de manera poco menos que intuitiva caigo en la cuenta de ciertos hechos como es este de la amnistía fiscal.
Voy a realizar a modo de repaso sin elaboración exhaustiva del razonamiento dejando la interpretación a lo que se pudiera extraer de mis palabras.

-Parece ser que las amnistías fiscales sean dolientes, infames o inmundas se han venido realizando por casi todos los anteriores gobiernos del turnismo democrático reciente. (ppsoe)
-Las grandes fortunas lo saben, que tarde o temprano llegará una.
-Las amnistías las justifican diciendo que mejor dentro legales, que fuera a saber donde.
-Eso también lo saben los defraudadores
-El dinero, el capital, como generador de productividad (por cierto cada vez menos) y motor de la economía solicitan el margen de libertad para poder realizar sus chanchullos bajo la bandera de ser ellos, quienes manejan el dinero, los que generan empleos y eso.
-los amnistiadores lo permiten.
-mientras tanto, el dinero va corrompiéndose y necesita la vía de escape (normalmente suiza y otros) en el que apoyarse para poder seguir en la "dolorosa" brecha de generar empleo y riqueza para todos
-Tras un año, dos o cinco, habrá nueva amnistía fiscal, el tiempo necesario para que ese dinero haya rodado, multiplicado y con algo de suerte haberse medianamente legalizado por otra vía, que las hay. Y como todos sabemos, quien tiene tanto dinero no le urge para nada disponer de él, al contrario, les conviene tenerlo oculto o manejándolo en inversiones acá y allá, no así como las personas normales que debemos de pagar las letras, recibos y multas en el plazo.

Escuchando una película, sí escuchando, esta en concreto (minuto 6:30) La historia oficial 1985 de Luis Puenzo, se cita una frase extraída de un diálogo, esta:
"La guerra que ganaste vos con la de tu bando, ¿sabés quién la perdió?: los pibes ,los pibes como los míos, porque ellos van a pagar los dólares que se afanaron y los van a tener que pagar no comiendo, no pudiendo estudiar, porque vos no vas a pagar, claro ¿qué vas a pagar vos? si vos no sos un perdedor"
Lo que quizás no se sabe tanto, que va a ser que sí, es que todos estos desmanes los acabamos pagando y sufriendo el resto de la ciudadanía, la que paga sus impuestos, la que ve reducidos sus derechos, la que acepta contratos y condiciones de trabajo leoninas.
 Y ahora la pregunta del millón. ¿Es posible qué un país funcione sin estos sátrapas? Me atrevo a responder: vamos a intentarlo...
Pues eso, a aplicarse el cuento...
RfCs

viernes, 27 de mayo de 2016

EL ODIOSO VARGAS LLOSA

Anda uno remotamente alejado de ciertos acontecimientos de los me importa un huevo, como pudiera ser la relación entre Isabel Preysler y el premio Nobel peruano-hispano M.Vargas Llosa, incluso ¡digo más! me importa un huevo él y un huevo ella. Lo único es que estando como estoy en este mundo en el que recibo estímulos visuales, auditivos, sensoriales varios, estos tipos aparecen por ahí; ella ya lleva tiempo, pero él lleva más, tanto que me llegué a creer que era buen escritor, incluso algún libro suyo he leído, aunque tengo más por leer ¡y debe serlo! escritor digo, ¡buen escritor!, digo más, si no, no se entendería el haberle galardonado con el premio literario internacionalmente más prestigioso por lo menos a efectos mainstren Cultura de masas o mainstream (anglicismo que literalmente significa corriente principal) solo al alcance de muy pocos, aunque ahora que lo pienso y conociendo las criticas que este premio ha recibido por el hecho de reparar en a quienes no se le ha  concedido, creo que algo de lobby debe de haber en ello, ¡ojala no!
Camino de casa en la radio oigo su voz, la cual reconozco no sé porqué, lo que confirmo en breve a raíz de sus palabras, también de preguntas en espera de sus respuestas. Se trataba de una de esas pretenciosas buenas entrevistas en profundidad, original en cuanto al formato y su notorio montaje posterior en busca tal vez de conseguir con el post montaje un ritmo de programa mas buscado, aunque artificial.
Aparece Iñaki Gabilondo reflexionando sobre el éxito del periodismo amarillo o rosa, supongo que a colación de la relación sentimental del entrevistado, esa reflexión viene a ser a la postre una pregunta indirecta. Yerra Iñaki al pensar que la gente se preocupa de lo que no le importa directamente, como es el interés por la prensa del corazón, olvidándose, según él de lo que realmente le afecta como pudiera ser el "periodismo serio", ¡Ese también le preocupa! ¡Nos preocupa a todos! a pesar de que se desvíe tanto la atención entre tanta patraña y chisme vario que también vomita el serio periodismo.
Lo peor todavía estaba por llegar, como era el conocimiento del personaje en términos de desvelo de su odiosa personalidad. Cuenta sin vergüenza como a sabiendas de conocer su fracaso electoral con absoluta certeza, en una segunda vuelta todavía debía de convencer a sus votantes ¿acaso no es esto una deplorable vileza?
Después del fracaso en la fritura de el único huevo en que se dispuso a cocinar, ¡jamas ha vuelto a cocinar nada más! ni siquiera un mísero café. Lo que me llevó a preguntarme qué clase de marciano es ese hombre o de que reino rodeado de sirvientes ha aparecido en este mundo, algo que me hacía separarme de una posible empatía medio estupefacto.
Pero lo que peor me cayo de entre sus palabras y efectivamente le colocaba entre esa gente adinerada que no está en este mundo como uno más, sino que forma parte de esa élite privilegiada que quiere que este gire a su conveniencia pretendiendo mantenerlos a toda costa, y fue, cuando el análisis de la situación política en España lo resumió diciendo que se había "sudamericanizado" esperando se retomase la situación de la que se había partido. Sin comentarios.
RfCs

lunes, 16 de mayo de 2016

NACHO VEGAS en la plaza Mayor Madrid- San Isidro 2016

Para llegar a la plaza mayor necesitamos atravesar una procesión que incluía orquesta de tambores y cornetas, vamos, la orquesta municipal supongo que sería, porque además, sonaba deliciosamente bien. Una barrera de personas móviles en ristre pretendiendo grabar las imágenes de los santos a ambos lados del cortejo nos impedía el paso. Hubo que esperar una pausa para poder hacerlo. Al poco, a la vuelta, ya no estaban y se presentaba el escenario donde actuaría Nacho Vegas todo flamante él, con la disposición sobre el mismo de los instrumentos ya afinados a la espera de su uso. Se hicieron espera un poco, si el concierto estaba previsto para las 21 horas, serían las 21.21 HORAS cuando aparecieron, cada cual cogió el suyo y a darle caña.
Nacho comenzó para la primera canción con un guitarrele  que es como una guitarrina de seis cuerdas pero de tamaño y sonido similar al ukelele, y lo hizo con una serie de canciones de orientación folk, cantadas además en asturianu. El comienzo fue sorprendente en cuanto mostrar significación a la afinidad ideológica por la que siente debilidad y lo hizo a las claras sin concesiones, mediante la presentación de los temas y la propia temática de ellos en sí mismo, principalmente los que conformaron sus últimos discos: Resituación y Canciones populistas, ambos dos con claros compromisos políticos, justamente los que reclama la sociedad a sus cantantes (o al menos una selecta parte de ella) y que solo aquellos que como Nacho saben ver ligada a su carrera y deciden actuar en consecuencia, mal que le pese a quien sea, incluida sus supuestos beneficios dinerarios los que dejarán de recibir, pero que sin duda agrandan al mito: "El de un cantante comprometido consigo mismo y con el tiempo que le ha tocado vivir"
Yo siento debilidad por Nacho Vegas, es de los que me erizan el vello, por la intensidad de sus historias y la manera de contarlas y no especialmente por estas últimas de componente político, que también, pues gozando de una aguda visualización de la problemática, las sabe contar y cantar envueltas o adornadas en su particular estilo con el que tanto disfruto. He de reconocer que nacho me ha empezado a gustar especialmente a raíz de sus últimos trabajos, pero ha sido a partir de lo reciente cuando me he introducido en su mundo pasado donde he encontrado altísimas cotas de calidad tanto musical, como en sus letras, pero además y, he aquí gran parte de lo que creo es su mérito, haber sabido dar una forma estilística de gran originalidad
El concierto gratuito en la plaza mayor de Madrid, me encanto y me reencontré con los lugares comunes de los que nos expulsó la pesadilla de los reiterados gobiernos anteriores a este de ahora Madrid, siempre ocupados por chotis cutres, cupleteras, folclóricas, casas regionales y similares que tanto les debía de gustar y que los nuevos vientos han echado p’alla. Una suerte de multitud congregada y expectante, ansiosa de calidad presenciamos la ruptura del, podríamos decir, antiguo régimen en beneficio de los nuevos aires que nunca se sabe cuánto durarán, esperemos que mucho, pero…
Nacho vegas separó por grupos de canciones lo que serían las fases del concierto, comenzando, como dije, con un punto folk, acompañado por el coro "Al Altu La Lleva", continuando con un segmento de canciones que recuperan su primigenio estilo personal, no exento de alguna sorpresa a modo de contundente sonido. Muy bien acompañado todo el concierto por una banda amoldada al difícil ritmo que imponen las canciones de Nacho V. que agradecimos los presentes por el gozo que supuso la escucha siempre armoniosa, a veces contundente, a veces ligera. El concierto se precipitó al final con un bloque invasivo de furia sonora terminando con la maravillosa, “Vinu, cantares y amor” interpretado magistralmente lo que nos elevó el alma, mecidos de nuevo por el coro, a estados de deleite supremo.

Grande Nacho Vegas

viernes, 25 de marzo de 2016

PATATAS CON SEPIA

HOY EN EL MENÚ DEL RESTAURANTE DE UNA SOLA MESA
QUE ESTÁ EN MI CASA TENEMOS:

PATATAS CON SEPIA


Para el importante caldo partimos de dos-tres litros de agua


 Le añadimos lo verde del puerro, lo blanco nos servirá para el sofrito


 Un ajo picado


 Media cebolla


 Y lo más importante para el caldo de pescado, los huesos de rape..


 Una hoja de laurel


una zanahoria partida


Aquí todo en la olla, dejar cocer 20- 30' añadiendo sal los últimos cinco (tema de osmosis)


 Por otro lado troceamos y salpimentamos las sepias, (dos medianas dan para cuatro, seis)


Se reservan para incorporar más adelante


 Yo utilizo a veces esta olla de barro que me gusta bastante (me valió 12- 13 euros) en la vitro cerámica, echamos un poco de aceite para hacer el sofrito


 y luego por este orden, primero el ajo picado, cebolla, puerro, más el pimiento rojo y verde, sofreírlo añadiendo un poco de sal...


Cuando esté se añade el tomate rallado, (tres tomates), al que le retiro un poco el agua, más otro poquito de sal.



Aquí el tomate  para sofreírlo, y el caldo cociendo en la otra perola


más una cucharadita de pimentón dulce. Cocinarlo un poco revolviendolo con el resto.


 y LA SEPIA troceada, Soltará agua y dejar cocer sobre ese mismo caldo que suelta como ocho diez minutos reduciendo



Y los vinos, el blanco medio vaso y el oloroso otro medio, Llevar a ebullición, despacio evaporando el alcohol y reducir..., hasta casi se evaporen por completo (casi)


Por otro lado colar el caldo que ya tendremos cocido, este será el caldo que aportaremos a la cocción de las patatas...




Ir pelando y troceando las patatas que se incorporan al quiso a su debido tiempo, revolver un tanto que se impregnen de los ingredientes del sofrito


E ir añadiendo el caldo que hemos hecho de pescado para la cocción de las patatas


Dejar cocer 15-18' aprox., a fuego medio, nunca a borbotones, esta olla conserva mucho el calor y sirve para que el guiso siga cocinándose un poco
ASEGURO QUE ESTE GUISO ESTÁ ESPECTACULAR,
Eso sí, quizás es un poco lioso, entretenido, que merezca o no la pena del esfuerzo depende de cada uno
Rafael Cuevas

miércoles, 16 de marzo de 2016

Cánovas, Adolfo y Guzmán en la Sala Galieo


Por la tarde leo el anuncio en el periódico analógico: “Hoy en el galileo Cánovas, Adolfo y Guzmán” Recuerdo de alguna manera sus viejas canciones y me ilusiono tibiamente. ¿porqué no? De pronto me veo proponiéndolo en un crescendo interesado el cual es simétricamente recibido. Prepara algo de picar que engullo camino al local llenando de migas el asiento del coche. Aparco a un minuto y medio. No veo gente a la puerta. Pagamos 12 euros cada uno y nos retienen con intención de colocarnos en una mesa. Diviso a Belen Gopegui en la platea algo que le da prestigio al evento, está rodeada por cuatro o cinco supongo que intelectuales o escritores como ella, uno lleva gafas redondas al estilo John lennon, hay veces que en alguna canción pienso en qué pensará ella de las mismas, tan intelecual y profunda como es. Nos colocan escorados  a la derecha pero muy próximos. Corre una corriente de aire por la pared próxima por lo que  le cambio el sitio a M. Una pareja delante nuestra al que yo imagino parecido a un Alex de la iglesia salidorro flirtera con una chica se hacen fotos y se entusiasma mucho con alguna canción, a otras en cambio las ignora soberanamente. El de detrás nuestra hace un video al que se le ilumina la luz del teléfono que nos “golpea” en el cogote, éste graba una canción entera con su intervalo de comentarios y parte de la otra, termina de grabar y le suena una llamada del móvil a un volumen que interfería entre nuestra atención al concierto y su particular llamada, el cansinismo es soberano. Debe de ser que les da igual molestar o no, con tal de llevarse su documento gráfico que se borrará mañana. Como chiquillos de los que más de la mitad debían de tener ya nietos jugueteaban torpemente con su dispositivos móviles.  La media de edad debía de rondar los sesenta y gracias a nosotros, que ya es decir, y algún hijo de su padre que la bajamos. Tres viejunos se sentaron en las sillas preparadas en el escenario cara al público acompañados al piano por quien presentaron como el hijo de Adolfo y comenzaron su concierto.

He visto en varios videos como los tres mismos que sobre el escenario desarrollaban su buen hacer artístico lo hacían tocando guitarras los tres, aquí solo dos, el del centro, el  Cánovas, gordo, viejo, con gafitas, barbudo, con mirada difusa al frente, sentado con las manos en las rodillas no lo hacía, era extraño, “para qué”- diría, “si tampoco aporto mucho”, eso lo digo yo que deduzco este pensamiento a sabiendas de estar acompañado por dos buenas guitarras, aunque uno, Guzmán, más que el otro, Adolfo. Lo cierto es que la conexión público-artista, era la ilusión de cada cual o a través de sus canciones y voces, puesto que no lo sería por su pose, estática, sentadones, casi repanchingada de Adolfo, algo más activa de Guzmán, ni por sus diálogos, aburridos, sin interés más que algún dato, autor de la composición, año o algo así, ni siquiera por su estética  que solo les faltaba tocar en pantuflas. Todo el conjunto aparentaba lo que era, una reunión de viejos camaradas, cantando y tocando sus viejas canciones y de paso coloco al chico del piano, que p’a eso es familiar. Esto es, nada especial, que no sea su reunión, sin banda, sin arreglos, en crudo, nada nuevo, todo el mundo deseaba oir sus canciones añejas y exitosas, ¡y lo sabían! Es de agradecer que al menos nos deleitaran con ellas ese fue su ejercicio de sinceridad. Puesto que efectivamente, otra cosa eran las canciones…, y en realidad, al menos yo, para eso estaba allí.

Abstrayéndose como siempre de tanta y tanto bobo pensamiento quedaba el sonido musical, la música, las canciones, la melodía, la armonía vocal ese era el quiz de la cuestión y resulta que se llegó al sustrato musical que diría la París de una manera preciosa. Se desarrollaban los temas con una suerte de fluidez, por su brevedad, presentándose  tan sencillas ellas, tres voces, dos guitarras y un piano descubriéndolas a través de sus primeras notas con gozo. Sonando bien y cantando  bien a pesar de alguna olvidadiza estrofa, pero siempre armoniosos.

Un repaso a sus mejores, sin duda, canciones, sin pesadas promociones tan deseadas por los artistas, tan aburridas para el público, al menos en sus comienzos, ¡tiene que ser en cierto modo terrible haber tocado una canción miles de veces! Y tener que seguir haciéndolo gustoso para el único momento de sus seguidores en el que se plantan delante de ellos dispuestos a escucharlos, pero lo hicieron aparentemente dispuestos. Una detrás de otras conseguía en mi espíritu una suerte de satisfacción maravillosa, siendo como regocijarme en un sonido que siempre he admirado, en cierto modo nostálgico, pero contradictorio por ser vivido en presente que me llenaba de emoción, esa emoción que me aportan las canciones bonitas y que además he hecho mías por llevarlas a mi propia manera de vivir, ser parte de mi.

Es de agradecer estos acercamientos a la esencia de las canciones en directo tan acostumbrado como esta uno de traérselas en diferido, que también está bien, pero en este caso tratándose de canciones que me han atravesado el corazón, más aún.

Salimos  de allí deleitosos y maravillados por lo bueno y por lo tanto…

Rafael Cuevas 11 de marzo de 2016

viernes, 11 de marzo de 2016

FIDEUA DE SALCHICHAS Y VERDURAS

 Madrid, Marzo de 2016

P'a fliparlo, espectacular plato que me ha llevado hacerlo en torno a una hora y media, sin contar la visita a el supermercado por carecer de ciertos ingredientes indispensables como es el caso de las alcachofas, que, sinceramente es lo que creo que le da el punto, y más al quedar tras todo el proceso algo así como al dente. La posible dificultad que pudiera tener este plato es el conocimiento culinario de tratar el proceso, como el ir variando el fuego en función de las necesidades -más calor o menos-, añadir o no el aceite conveniente, la sal, el movimiento de los ingredientes al cocinarse, la cantidad ideal de caldo 

                                                          SALCHICHAS FRESCAS
                                                                      FREIR
                  UNA VEZ DORADAS UN TANTO AÑADIR VINO BLANCO, REMOVER
RETIRAR CON UN POCO DE LA SALSA
                                                  AÑADIR ALGO MÁS DE ACEITE
                  SOFREIR, LAS VERDURAS PRIMERO ZANAHORIA Y 6-8 JUDÍAS VERDES

 LUEGO LA ALCACHOFA, DIRECTAMENTE TRAS RETIRAR LAS HOJAS EXTERIORES
 AQUI UNA ALCACHOFA PARTIDA EN CUATRO
 SOFREIR UNOS MINUTOS 8-10'
 LUEGO: PUERRO 1/2, CEBOLLA 1/2 PIMIENTO VERDE... y un poco de sal
Mas tarde dos tomates rallados, sofreirlo repartiendo  un poquito más de sal sobre el tomate
Y un majado con ajo y perejil en el mortero
 POR OTRO LADO HACER UNA "PICADA", Esto es, en una sartén con un poquito de aceite calentar un ajo, una rebanada de pan, un poco de pimiento choricero (se puede sustituir  por una cucharada de un frasco de lo mismo o, una ñora, o, un poco de pimentón...
 Sofreir también el majado removiendo con cuidado
 En el sofrito general sofocarlo con caldo de verduras  y tener cociendo a fuego bajo un tanto...
 Aquí el majado con un poco de caldo también...
 Olvidé el ajo, al que añadí un poquito de pimentón, lo que calenté más tarde, en realidad da igual luego se pasa todo junto a lo demás con la batidora hasta formar una crema medianamente espesa a la que se le añade un poco de caldo para poder hacerla (Hay quien usa algo de vino blanco al que convendría reducir el alcohol, y hay quien en vez de batidora usa mortero en seco machacando las almendras y lo demás hasta formar la pasta, en fín, esto va en gustos o comodidades...)



 Aquí como queda el "majao"
 Se calientan en una sartén  los fideos gordos, (me gustan más que los típicos de fideua)
 Se vierten en el puchero donde estaba el sofrito de verduras al que se ha añadido las salchichas que habíamos preparado, y se cubren con caldo de verduras. A continuación se incorpora la "picada" probar de sal y añadir si fuese necesario
 Se tiene cociendo el tiempo necesario para cocinar los fideos 9-10', conviene reposar un tanto
 Aquí en el plato una ración humeante...
Rafael Cuevas 2016

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