Para llegar a la plaza mayor necesitamos atravesar una
procesión que incluía orquesta de tambores y cornetas, vamos, la orquesta
municipal supongo que sería, porque además, sonaba deliciosamente bien. Una barrera
de personas móviles en ristre pretendiendo grabar las imágenes de los santos a ambos lados del cortejo nos impedía el paso. Hubo
que esperar una pausa para poder hacerlo. Al poco, a la vuelta, ya no estaban y
se presentaba el escenario donde actuaría Nacho Vegas todo flamante él, con la disposición
sobre el mismo de los instrumentos ya afinados a la espera de su uso. Se
hicieron espera un poco, si el concierto estaba previsto para las 21 horas,
serían las 21.21 HORAS cuando aparecieron, cada cual cogió el suyo y a darle
caña.
Nacho comenzó para la primera canción con un guitarrele que es como una guitarrina de seis cuerdas
pero de tamaño y sonido similar al ukelele, y lo hizo con una serie de
canciones de orientación folk, cantadas además en asturianu. El comienzo fue
sorprendente en cuanto mostrar significación a la afinidad ideológica por la
que siente debilidad y lo hizo a las claras sin concesiones, mediante la
presentación de los temas y la propia temática de ellos en sí mismo, principalmente los
que conformaron sus últimos discos: Resituación y Canciones populistas, ambos
dos con claros compromisos políticos, justamente los que reclama la sociedad a
sus cantantes (o al menos una selecta parte de ella) y que solo aquellos que
como Nacho saben ver ligada a su carrera y deciden actuar en consecuencia, mal
que le pese a quien sea, incluida sus supuestos beneficios dinerarios los que dejarán de recibir, pero que
sin duda agrandan al mito: "El de un cantante comprometido consigo mismo y con
el tiempo que le ha tocado vivir"
Yo
siento debilidad por Nacho Vegas, es de los que me erizan el vello, por la
intensidad de sus historias y la manera de contarlas y no especialmente por
estas últimas de componente político, que también, pues gozando de una aguda visualización
de la problemática, las sabe contar y cantar envueltas o adornadas en su
particular estilo con el que tanto disfruto. He de reconocer que nacho me ha
empezado a gustar especialmente a raíz de sus últimos trabajos, pero ha sido a partir
de lo reciente cuando me he introducido en su mundo pasado donde he encontrado altísimas
cotas de calidad tanto musical, como en sus letras, pero además y, he aquí gran
parte de lo que creo es su mérito, haber sabido dar una forma estilística de
gran originalidad
El concierto gratuito en la plaza mayor de Madrid, me
encanto y me reencontré con los lugares comunes de los que nos expulsó la
pesadilla de los reiterados gobiernos anteriores a este de ahora Madrid,
siempre ocupados por chotis cutres, cupleteras, folclóricas, casas regionales y
similares que tanto les debía de gustar y que los nuevos vientos han echado p’alla.
Una suerte de multitud congregada y expectante, ansiosa de calidad presenciamos
la ruptura del, podríamos decir, antiguo régimen en beneficio de los nuevos
aires que nunca se sabe cuánto durarán, esperemos que mucho, pero…
Nacho vegas separó por grupos de canciones lo que serían las
fases del concierto, comenzando, como dije, con un punto folk, acompañado por
el coro "Al Altu La Lleva", continuando con un segmento de canciones que
recuperan su primigenio estilo personal, no exento de alguna sorpresa a modo de
contundente sonido. Muy bien acompañado todo el concierto por una banda
amoldada al difícil ritmo que imponen las canciones de Nacho V. que agradecimos
los presentes por el gozo que supuso la escucha siempre armoniosa, a veces contundente,
a veces ligera. El concierto se precipitó al final con un bloque invasivo de
furia sonora terminando con la maravillosa, “Vinu, cantares y amor”
interpretado magistralmente lo que nos elevó el alma, mecidos de nuevo por el
coro, a estados de deleite supremo.
Grande Nacho Vegas
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dilo