¿Hay Humanidad en la tierra?
Cuando contemplé las imágenes en televisión en las que a una
mujer indefensa y sentada en el suelo
era ametrallada por la espalda por su verdugo me quedé de piedra.
Afganistán, un grupo de ciento cincuenta de personas aproximadamente presenciaban la ejecución
arremolinados en prudencial distancia en el semi circo montañoso que les
contenía.
Tras las ráfagas asesinas que buscaban la inercia eterna de la
inocente víctima, un plano general del vídeo de mala calidad que los grababa, recorría
entre jaleos la imagen por los que allí se encontraban como la cámara que sigue la ola que mueve al público
en un partido de fútbol.
Hacía dos horas que se la había acusado, capturado, juzgado
sumariamente y ejecutado. Aquello es un aviso, una amenaza, una demostración de
las consecuencias para las mujeres -porque siempre son ellas- que se atrevan a practicar el
adulterio.
Las niñas son casadas o entregadas al matrimonio de muy
corta edad por sus viles padres a viles maridos. No es extraño pues que en
determinados momentos surja pues la belleza de un amor puro y sincero
incontenible, humano, como surge la flor entre guijarros. Pues al igual que el
hombre siendo terrible muestra su lado sucio, igualmente debe reencontrarse con
su parte bella.
Es posible que el mal en la humanidad sea tan profundo y tan
perverso que perdamos la esperanza de
que ésta alcance estados de grandeza moral de acuerdo a unos derechos humanos.
Los actos de los hombres, son tan feos, tan sucios, tan malvados,
tan crueles… Cómo se puede tener tan poco respeto a la vida, hartos estamos ya
de saber la capacidad que tiene el hombre para generar destrucción y horror.
Hay muchos países que reconocen y practican la pena de
muerte y nos sorprendería el grado de progreso del que gozan alguno de los
mismos, aunque en Afganistan no se contempla, la practican tribus o clanes de
una ignorancia y un radicalismo religioso que asusta.
En cuanto a credos, la iglesia católica tradicionalmente aceptó la
pena de muerte. En el islam se produce una paradoja extraña, la Shaira (ley
islámica) no permite la pena de muerte, aunque el Corán (libro sagrado del Islam) prescribe la pena de muerte cuando hay
adulterio, robo o la apostasía, pero no para el homicidio, que se contempla como
delito civil. En contraposición, en EEUU, para que se le condene a muerte a un
reo común, éste ha debido de ser homicida. A pesar de que todo esto tenga o no
efectos ejemplarizantes, ni descienden los adulterios por un lado, ni los
homicidios por otro, antes bien, lo que aflora es la crueldad.
Cuando se hacen campañas de concienciación de una u otro
índole, estoy convencido que no sirven de nada puesto que no conciencian a
nadie o al menos imagino serán muy pocos los ganados a la causa, (estos pocos
tal vez merezcan la pena de la propia campaña) y en cambio son muchos más
quienes ya convencidos sufren y sienten el acoso de estas campañas
especialmente agresivas, cuyo grado alcanzan ya los límites de los tolerable
para ciertas sensibilidades.
Pero si hay algo que especialmente me llama la atención es
la rapidez con que se pasa página para toparte con lo trivial. Esto, tal vez
nos haga olvidarnos de lo que nos afecta
tan negativamente porque se nos escapa de nuestro campo de actuación, no
sabemos cómo afrontarlo, qué hacer a favor de la justicia, que no sea nuestro
estremecimiento y nuestra rabia.
Busquemos la belleza aunque acabemos de apartar la vista del
horror.
Rafael Cuevas.
Este es un ejemplo más de como exiten más castigos que delitos. A mi los extremistas islámicos, me parecen unos gilipollas, ya ni me molesto en hablar de ellos.
ResponderEliminarLa muerte cuando es lejana es menos muerte...
Hace tiempo que me he dado cuenta que es la única forma de sobrevivir en este mundo sonriendo, sin ser un imbécil... emborrachándote de belleza.
ResponderEliminarLa hay en mil sitios a pesar de la poca humanidad humana, sigue habiendo humanos con humanidad. A pesar de todas las salvajadas, estupideces, fanatismos, miserias miserables, a pesar de todas las lágrimas del mundo que genera la impotencia que sentimos a veces, a pesar de todos los pesares... la belleza explota por todas partes. Por eso a mi no me va a robar la sonrisa nadie jamás, aunque sonría llorando:-)
Una cosita, para la Sra de adivina adivinanza... dile, si la conoces, que de las escrituras si son públicas, siempre, siempre existen copias en la notaria donde se otorgaron, pasen los años que pasen, allí... siempre las encuentra ( no sé si ya será tarde para el aviso)
Precioso ¡¡no pido mucho!! Mmmmm me ha encantado. Yo creo que lo mejor sería...
Toodo sin muletas, sin rayas, sin cambiar la voz y sin pedir permiso si es por amor:))
Un beso muuuy grande ¡¡tío grande!!:-) ... (lo siento como no sé quien lee esto, es para Jose Antonio, aunque creo que es igual de grande Rafa... por lo que leo aquí:-)
Feliz abrasante día... a ver si sobrevivimos todos a todo este calor de todas partes.
No es muy justo que digas que las campañas contra la pena de muerte no sirven de nada. Ahí está el caso de Amina y otras mujeres en Nigeria que se libraron de la lapidación gracias a Amnistia Internacional y otras organizaciones. Abandonarse a la resignación o que es un fenómeno cultural autóctono no les salva la vida a estas personas. Hay que presionar, presionar y seguir presionando. Como se ha presionado con mucho éxito en todas esas campañas contra la ablación del clítoris.
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