Y además, ateo
Se pregunta alguien que si volviera al mundo un hijo de
Dios, un nuevo hijo, un hermano o hermana
de Jesús, llamado por ejemplo, Fermín, ¿por qué no? ¿Cómo sería? ¿Qué
aspecto tendría? ¿Qué predicaría? ¿Dónde nacería? O es que el llamado Dios de
los cristianos ya se planta, usa condón en su espíritu santo.
Por qué habría que anunciarlo, profetizarlo, mostrar
estrellas de belén, por qué no mandarlo, así, como quien no quiere la cosa, a
cualquier suburbio o casa de trabajador humilde. Por qué no podría ser un
inmigrante, por qué aprendiendo de errores
pasados se ocultaría su presencia, sin milagrería variada, hasta llegar
una cierta edad en que desvelaría su identidad para pasmo del mundo.
Acaso creería en Él alguien si no hiciera una demostración
de su divino poder y misericordia, bueno, de misericordia no, nadie la sabría
apreciar, pero sí de poder, provocar catástrofes, plagas, sequías, bueno eso
tampoco, suceden a diario, pero sí convertir en oro por el arte de
birlibirloque unos trozos de cinc o wolframio, bueno, wolframio tampoco que es
escaso y codiciado en determinadas circunstancias casi más que el oro. Algún
milagro extraño, como que le creciera una pierna a un lisiado, puesto que lo de
que el cojo ande ya está muy usado, esto otro sí sería milagroso, pero eso sí,
no vale con un trasplante de un donante.
Este milagro llamaría la atención a la comunidad científica y religiosa y puede
que tras mucho elucubrar sopesando posibles engaños o tretas, pudiera considerarse
milagroso y se diera por bueno aunque, a partir de aquí, habría que decidir si
este proviene de un santo raso o de una santidad de graduación, incluso del
capitán general de todos los santos, puesto que eso sería mucho decir…
No hace falta darle muchas vueltas a estas deducciones para
que en base a esta especie de reducción al absurdo, intuir lo lejos que se está
de sentimientos religiosos en esta sociedad, que no sea el folclorismo. Nada
hay más cerca de la “A escarlata” tanto es así, que planteárselo todo esto, da
hasta risa.
Nota: “en este artículo que he escrito, todo es verdad,
porque yo lo he inventado” (B. Vian)
Rafael C.
Mira que es grande el Universo, ¿porque habría de parar aquí?, siempre me lo he preguntado...
ResponderEliminarCon todos los respeto para Vian
ResponderEliminarEl Mesías no volverá
Porque el de la iglesia, un invento igual
No hay dios que lo vuelva a realizar
Convertir el agua en vino
Ya lo hace el químico
Hacer andar al lisiado, el cirujano
Pero la miseria es otro cantar
El escrito de Boris Vian es tan previsible que aunque hace años y mil mas pasara, que nunca anticuado quedara
Pues yo creo que el carisma personal, el magnetismo es el autor de los hipotéticos milagros. Un Mesías, cualquier Mesias habido o por haber, necesita tener tan poderoso atractivo y tal poder de sugestión como para convencer a todo el mundo que puede atravesar andando el Nilo o multiplicar los panes y los peces.
ResponderEliminarAun sabiendo que voy a ser el garbanzo negro aquí ( no me importa nada a estas alturas :-) no creo necesario visualizar en forma humana a Dios para creer que hay algo muy por encima de los hombres. A mi siempre me ha parecido un cuento para pequeñajos todo lo que cuenta la Biblia. Nada tiene que ser al pie de la letra, ni siquiera creo necesario creer que ha sucedido nada de lo que ahí dice pasó, para creer. De hecho creer significa confiar en algo sin pruebas palpables, eso lo decide cada uno. A mi me sirve creer, me hace sentir bien y por eso lo hago, toda la parafernalia que se han montado los hombre para convencer a los incrédulos y venderles a Dios con todo un surtido de souvenirs & merchandising, para quien lo quiera...justamente a mi todo eso me horroriza. El día que empezaron a mercadear con la idea, mataron la esencia de todo y nacieron los ateos. Un sentimiento no se toca, ni se ve y sin embargo se siente, te hace sentir de maravilla, te acompaña, te agarras a él cuando lo necesitas, te ayuda y si crees que es así, funciona. Mientras sienta esto creyendo que hay un Dios donde sea y como sea, me basta.
ResponderEliminarMe da igual si su historia la cuentan en la Biblia, el Corán, el Velda o el Torá. Si se llamó Mahoma, Jesucristo y fue profeta, hijo o primo segundo de Dios. Si nació de la Virgen o de María Magdalena, si hizo o no milagros, magia o budú... me da exactamente igual todo eso.
Estoy convencida que de ser verdad, de haber existido y si volviera hoy, aun cuando hiciera lo más increíble del mundo seguiría habiendo creyentes y ateos, seguidores y detractores, los humanos somos así... santo tomases unos y crédulos irredentos otros:))
Muchos besos y feliz semana.
Gracias por vuestros comentarios, ¿qué se puede decir...?
ResponderEliminarAntes tampoco lo creyeron...de hecho lo crucificaron.
ResponderEliminarLa fe, es necesaria.
Un beso.