miércoles, 11 de abril de 2012

La perversión de la palabra


El otro día en una de las manifestaciones contra la reforma laboral, me decía un amigo—esto que  están haciendo es  lo mas parecido  a un golpe de estado, pero sin pegar un tiro.

Y razón no le faltaba, ahora lo llaman REFORMAS, ¿y a mi que esta palabreja, siempre me ha sonado a algo positivo?, ¡joder! hay que hacer reformas en la casa y siempre era para mejorarla…eso si, sin tocar tabiques maestro, pues se podría venir abajo.

Pero estas REFORMAS, a mi me da que lo que quieren es tocar los tabique maestros ¡y válgame dios que lo están consiguiendo! Quieren hacer un solar de la casa para hacer negocios convirtiéndolo en suelo  recalificable.  
Recalifican,  la justicia, la educación, la sanidad, la cultura, los servicios sociales, y todo lo recalificable.

Y tú y yo, debajo de la casa viendo como se viene abajo, GRITANDO, ¡cuidado! Que me vais a matar, y ellos con su cascos y taponado los oídos, para que no les dañen los ruidos.
Y en esas estamos sed buenos chic@s, portaros bien que os llevamos al REFORMATORIO,  y en el reformatorio la vida no es fácil,,, Jejejejejejejejejeje.

Después de esta reflexión la palabra Golpe de Estado ya no me suena tan mal, ya que el golpe lo pueden dar los poderes facticos o el pueblo.

1 comentario:

  1. Rafa, de uno de los dos12 de abril de 2012, 0:10

    Buena comparación. El golpe de estado si lo hay es consentido, la gente ha llamado al pepe gotera a que le arregle el patio.

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Dilo

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