lunes, 21 de noviembre de 2011

Un mal sueño

Me acosté con esa sensación agridulce. Por un lado el Alteli había ganado un partido en casa frente al Levante sin demasiados apuros, y por otro… lo que ya todos sabemos.
La noche trascurrió entre fase REM y duerme vela que provocaba una incómoda sensación, la agria. Sobrevino pues, la pesadilla.


Una espesa capa de pintura azul caía sobre el mapa cubriendo y pringándolo todo, tan solo no lo completaba unos resquicios. La desgracia caía sobre nosotros que nos comportábamos como ejemplares demócratas que veíamos y veíamos ejercer las acciones soberanas con mano de hierro y que a nadie gustaban ¿a nadie? No, a nadie no, un sin fin de muchedumbres retozando en su sillones orejeros mecedora se reía a carcajadas, mientras veía en la televisión las manifestaciones, su represión de porras al aire, las ridículas cifras de seguimiento de la huelgas. Como señalaban a la televisión con el dedo, tronchándose, a los pocos que con camiseta verde defendían en calles y plazas, lo que consideraban un derecho necesario de todos, cada vez iban menos, cada día hubiera sido más necesario ir más. Veía a multitud de gentes camino de sus trabajos, desgüevándose en los atascos en sus grandes coches que estaban adquiriendo no sin grandes esfuerzos pero que les hacía sentirse poderosos, separados de la clase trabajadora que ellos habían traicionado, a pesar de serlo igualmente. A quienes le chupaba un güevo que la lista de espera de las pruebas médicas y las intervenciones quirúrgicas diera la vuelta a la calle mientras se introducían a tomarse la tensión o a parir, a una clínica privada con el convencimiento de ser seres superiores que sí se lo podían permitir. Una cámara en un travelíng aéreo en un plano secuencia se introducía por conventos, monasterios, iglesias, catedrales donde todos los que se encontraban en los interiores arrodillados alababan al cielo con grandes reverencias.  Miles de parias, hambrientos y haraposos deambulaban por las calles como almas en pena ante la indiferencia de los demás.  Un despacho donde gordinflones con puro y chistera cuadraban sus cuentas que preveían engrosar. Un señor con gafas y barba tenía una peluca como de Margaret T. De cómo los comprometidos luchadores solidarios eran acorralados un una corriente de desprestigio por pasivos críticos apocalípticos…
Desperté sobresaltado, encendí la radio, estaba en el 21 de noviembre de 2011, el locutor se disponía a decir las cifras del escrutinio al 100 por 100 de las elecciones del día anterior, dando la mayoría absoluta a…
Apagué la radio.
 ¡Uf! Menos mal que todo ha sido un mal sueño.

Rafael Cuevas.

4 comentarios:

  1. Bien traída la metáfora, ojala hubiese sido un mal sueño...nos espera un arduo camino de lucha (que le vamos a hacer) es el sino de los mas oprimidos...seguir y seguir luchando por lo que consideramos de recibo.
    Si los que se creen que el PP nos va a sacar de la mierda, lo llevan claro...voy a hacer una predicción,de aquí a un año, tenemos un gobierno tecnocrata.
    saludos

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  2. Rafa, de uno de los dos21 de noviembre de 2011, 13:14

    Olvidé incluir en el texto un último párrafo, el siguiente:
    "el tiempo nos lo dirá"
    Espero que no se cumplan tus malos augurios. Sería como salir de Málaga...

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  3. 10.830.693 votantes manejan a 44.000.000 millones de ciudadanos...
    Viva la democracia...

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  4. Espero que el nuevo gobierno traiga mejoras para España, es hora que salga de su pesadilla.

    Saludos Rafa :)

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Dilo

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