Arriba y abajo, la dificultad de ser de izquierdas
No solo de serlo, que hasta ahí cualquiera podría decir que
lo es, lo complicado viene después, cuando debes de elegir (llevando la
simpleza al grado superlativo) si
dárselo a los pobres para de paso cabrear a los ricos Todo esto a sabiendas que
a partir de ahí te van a putear en la totalidad, boicotear, desprestigiar,
incomodar, …, que en realidad en su mano lo tienen. Ahí es cuando surge el
dilema de una izquierda con gobierno, contentar a los que te han votado para
que les defendieran o contentar a los que presionan en defensa de los intereses
particulares, generalmente económicos, intoxicando, además, la realidad con el
tan traído interés general con el que dicen que actúan al asegurar que lo que
interesa a los de arriba interesa a los de abajo al verse estos beneficiados indirectamente.
Qué hacer pues, y lo que es peor, cómo hacerlo…
Ahí es donde surge la dificultad que requiere de mucha
resolución, claridad de ideas, integridad y capacidad de respuesta. Personalmente
creo que la solución está en actuar de
acuerdo a grandes líneas trabajo que abarquen en su interior el verdadero
sentido de su posición política, dejando lo menudo como posibilidad cuando, si
llegase el caso de verse traicionado por uno mismo, se actuara para que solo se
beneficiara a la parte teóricamente más ventajosa y, casi se podría decir que
impersonal, ya que la débil y en peores condiciones, los menos favorecidos, suele
verse afectada de manera algo más en lo personal.
Decía un profesor de
universidad de J. C. Monedero, en su
paso por Alemania y contado por él mismo que mientras le daba una clase al
referirse a los ejemplos aseguraba que éstos eran un freno a la razón, puesto
que condicionaban mucho el desarrollo de las ideas, cuando desde el fondo de la
clase alguien le pidió al profesor si podía poner un ejemplo. Bien, pues a pesar de esto, propongo por ejemplo el
siguiente hecho supuesto, esto es, cuando se deba por ideología izquierdista proteger
a alguien, digamos que un don nadie, al que van al desahuciarle de su vivienda,
junto con su familia de don nadies y dejarlos en la calle y para lo cual se debe
o se ha debido cuestionar y enfrentar al poder económico, grandes poderosos de
chistera y puro, que básicamente es
quien influye en las maquinarias del poder político con la intención de que actúe
de acuerdo a sus intereses, vamos, todo eso que ya sabemos, que no nos chupamos
el dedo, pero es que además, ese poder económico tiene poder real que manipula y
conspira para atacar y muy duro, a los que se cruzan en su camino, su único camino, el de los beneficios… Llegado
este momento… ¿qué hacer? ¿De parte de quien ponerse? ¿De quién no tiene voz ni
voto (aunque sí cara), o de quién amenaza y ataca afectando e influyendo?
Ya, ya, todos sabemos que somos muy íntegros e idealistas y
no se nos compra ni a desvía tan fácilmente. Veremos a ver…,
¡FUERZA!
RfCs
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