Me acababan de dejar, las novelas
ejemplares, de Cervantes.
Todo intrigado subí al bus que me
llevaba de vuelta a casa, me acomode en mi asiento preferido y abrí el libro,
¡hostias! Esta en castellano antiguo, uff, la cosa se complica.
Cuatro señoras-cuatro, se suben
en la siguiente parada, el bus vació, al parecer no solo era mi sitio preferido
allí se me plantaron.
Fulanita- ¿Qué bueno que estaba
el café?- si muy rico, todo esto en decibelios incompatible con la
concentración. Y yo con el castellano antiguo peleándome-esto es imposible, no
lo aguanto ¿porque no se irán a otro sitio?
Menganita,- cuanto te han subido
la pensión, Zutanita,- 2 euros, anda como a mi vaya mierda, y se creerán que
estamos contentas, que nos van a engañar,- Fulanita, lo que hay que hacer es
salir a la calle, que se enteren como han hecho los médicos, Menganita,- pues
el sábado hay una manifestación, Zutanita,- ¿y de que es? Menganita,- ¿no lo
se? pero seguro que es para algo bueno, así que yo voy a enterarme bien y voy a
ir…Mire por encima de mis gafas de leer, le eche una sonrisa y ella me
correspondió. Seguí a lo mió, intentando descifrar la novela.
Presenciando el la gran obra de nuestros tiempos. la tragicomedia de esta época, algunos se parten y los demás a joderse.
ResponderEliminarNo te esfuerces con las novelas ejemplares, pásate directamente al Quijote, andamos necesitados de quien sepa desfacer entuertos.
Ese es el autobus de Gamonal... un saludo...
ResponderEliminarNo sentiste curiosidad por saber cómo se llamaba la cuarta? eso es casi de sabios :D
ResponderEliminarAsí se hace, duro con la concentración. Yo me acuerdo una vez cuando intentaba leer el Ulises de Joyce en la Noria del Parque de Atracciones de Madrid.
ResponderEliminarSalud