sábado, 11 de febrero de 2017

TARDE PARA LA IRA

TARDE: parte del día comprendida entre el mediodía y el anochecer.
            Adverbio: a la hora avanzada del día o de la noche.
            “        “     : Fuera de tiempo, después de haber pasado el oportuno, conveniente o acostumbrado tiempo para algún fin o en tiempo futuro o relativamente lejano.

En esto que cualquiera se quede en su interpretación. Lo cierto es que la mía previa a la visión del peliculón (Hala ya está dicho así, de sopetón) siempre fue lo relativo a la parte del día comprendida entre el mediodía y el anochecer, como en esas obras que lo tiene que pasar pasa en ese periodo y no más pero…, y ¿para la ira? Pues imagínese: ¡desatada! Pero no, es curioso pero no y… ¡oh sorpresa! Es otra cosa.
La peli comienza por el hecho que marcará todo el desarrollo posterior con un sorpresivo desenlace en cuanto a la primera escena. Debe de ser eso del TRHILLER al respecto el cine: crear una tensión, un suspense que te atrape interesado en el que, además, incorporar ritmo narrativo que acreciente ese interés.

El caso  es que en TARDE PARA LA IRA todo eso sucede de manera asombrosa. Se van aportando, algo así, como pruebas a la deducción del caso en un cuentagotas constante y sutil, haciendo sentir al espectador activo, pues lo que se muestra requiere  nuestro encaje como tal en nuestra particular experiencia, tal es así cual gozoso, el hecho de hacerlo, convirtiéndonos en algo más que simple paganinis con ganas de entretenernos, puesto que se acelera nuestro tiempo junto al del metraje hasta parecer un suspiro satisfactorio.
Los personajes se van definiendo en un constante desvelamiento de sus acciones o situaciones desde la primera hasta la última escena, destacando entre ellos, además del protagonista, absolutamente demoledor: Antonio de la Torre –alguien por quien personalmente y a pesar de ser tan valorado no acababa de convencerme- pues bien, como digo, además de Antonio de la Torre, que está sublime hay que destacar el papel de Ruth que igualmente lo borda en su interpretación, pero hay que destacar algo más allá de la trama y sus actores  que es lo relativo al papel que tiene la Mujer, tanto es así que bien pudiera parecer un homenaje al género femenino. Esta se ve atrapada entre dos mundos, utilizada, además de ser la verdadera razón (La Mujer) desencadénate de la acción. La mujer maltratada, utilizada, madre, seducida, secuestrada, querida, deseada… y bien que sería un homenaje  si no fuera también un estudio de comportamientos tales como la traición, lealtad, odio, rencor…
Un sorprendente desenlace que de alguna manera nos reconcilia con la vida tras ese trámite de incierta catarsis que nos devuelve donde supuestamente no deberíamos de haber salido: al trascurso de la vida sin intermediaciones criminales.
Termina la película, cogemos aire y nos decimos satisfechos. ¡jodó, que peliculón!

Rf Cs  11/2/2017

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